Rock: el
cantante grita / Jazz y Blues: el cantante no grita.
De acuerdo a esta frase,
es tan fácil diferenciar entre los distintos estilos musicales existentes que
aún no entiendo qué hago yo clase a clase, complicándole la vida a cientos de
alumnos mientras los inundo de textos, videos y canciones. Quizás lo hago a
propósito, en un intento de defender mi tarea disfrazándola de compleja e
intrincada, para no admitir que las respuestas a todas las preguntas que la
historia de la música -o, abreviando, del rock y sus predecesores- ha
pronunciado a lo largo de los siglos pueden responderse de un modo simple y
conciso. Como la navaja de Ockham (*), pero con un toque de electricidad y
rebeldía juvenil.
De este modo, las nuevas
definiciones del tema incluirían algunas de las siguientes verdades: Reggae
(todos los músicos tienen rastas y fuman marihuana), Heavy Metal (el cantante
grita y mueve su cabeza, agitando su larga cabellera, mientras canta), Electro
(el músico parece zombie y le brillan los ojos), Punk tradicional (el cantante
escupe al público, o es escupido por el mismo), y siguen las firmas. Los invito
a agregar definiciones para la nueva enciclopedia que estamos diseñando,
gracias.
(*) Hablamos aquí del principio de parsimonia, que indica que
la explicación más sencilla es, probablemente, la correcta.