lunes, 22 de enero de 2024

Tempus fugit

       


La juventud termina cuando empezás a trabajar y no te queda tiempo para ser joven.

 

Se tenía que decir, y se dijo. Aunque duela. Porque las grandes verdades traen consigo una cantidad enorme de problemas que no podemos esquivar. Como el caso de tener que elegir algo en donde las opciones de “bueno, bonito y barato” sólo pueden tomarse de a pares.

¿Y ahora? Ya sé, vamos al psicólogo y al psiquiátrico, en ese orden. O podríamos armar una revolución de esas propias de los jóvenes. Lo haría, en serio, pero ahora no tengo tiempo. Hay mucho trabajo por hacer.