lunes, 22 de enero de 2024

Pequeñas delicias de la vida conyugal

       


Hubo mucho quilombo entre el pop y el rock, se peleaban y no se llevaban bien…

 

La convivencia no es fácil, aunque al principio lo parezca. Que si tenemos muchas cosas en común, que si compartimos secuencias de acordes y algunas cadencias, que si al final hablamos de lo mismo, que si a los dos nos gustan casi las mismas cosas… Casi. Ahí está el primer problema: en el casi. De ahí en adelante, todo es cuesta abajo. Porque el primer casi es esa pequeña bola de nieve que no hará más que crecer y arrasar con todo a su paso, hasta terminar discutiendo sobre los imperativos morales –la autenticidad, el venderse (o no), el traicionar al público (o no), y siguen las firmas- y, cómo no, sobre el tema ultra recurrente de toda pelea que se precie de tal: el dinero. Que si criticás mi éxito comercial, pero luego sacás provecho de mi ranking y pantalla para invitarme a cantar una estrofa en un tema de tu disco rockero. Y después, si te he visto, no me acuerdo. ¿Dónde estábamos? Ah, sip, en la convivencia. Justo estaba pensando en los crossovers, los mash ups y demás cruces de estilos. Pero mejor lo dejamos para otro momento.