lunes, 22 de enero de 2024

Peluca telefónica

     


…y algunas bandas comenzaron a utilizar instrumentos más electrónicos, como por ejemplo el walkman. (*)

 

La modernidad nos llega a todos. Recuerdo salir a cazar dinosaurios por las tardes, antes de volvernos civilizados y poder llamar a un delivery para que se encargue de todo. Por suerte, a la música también le llegó el futuro (todo un palo, ya lo ves) y, con el walkman a cuestas, otra fue la historia. Más allá de la incomodidad de sentir cómo se clavaba en la cintura, o de la poca duración de las pilas, también recuerdo comprar uno de medio pelo un poco más allá de la frontera norte -blanco, pesado, de mala calidad- que luego terminó durmiendo el sueño de los justos y olvidados, en un cajón del chifonier. Como les sucede a todas las novedades, luego de un tiempo, cuando la modernidad pierde su estrella y comienza a apagarse. Más allá de todo eso, aguante al walkman.

 

(*) esta lectura puede complementarse con el #corrigendo "El hombre del wok".