Los
psicobolches serían esos rockeros que se hacen los que no les importa nada.
Es probable que quien
haya escrito la frase que aquí nos convoca esté un poco decepcionado con el
derrotero que la izquierda ha tenido en los últimos años (¿décadas?). O quizás
está, básicamente, decepcionado del poder rebelde que el rock, en algún momento
de su historia, supo encarnar. O de la vida, sin darle mas vueltas al tema. Es
triste que todo parezca reducirse a una pose de “superado”, a un acting de
soberbia o a una mezcla de nihilismo y pesimismo tan potente que, de aquí en
adelante, lo único que vale es el apartarse definitivamente de todo y dejar que
el río avance y arrase con todo. Mientras tanto, hacemos el gesto de la paz
separando dos dedos y esperamos que la selfie salga bien. Y si sale mal, no
importa, total siempre podremos borrarla y hacer otra.