Los cantos
de trabajo no serían útiles en trabajos que tienen un buen sueldo.
Si no me pagan bien, comenzaré
a cantar y los atormentaré con desafinaciones, estridencias y otros ataques
musicales que los perseguirán hasta el fin de los días. Seré una pesadilla
sonora sólo comparable a una versión remix
de la canción infantil Baby Shark
resonando, en un loop eterno, en la sala de espera del ala de salud mental del
hospital. Sí, así de cruel puedo ser.