El twist era más family
friendly.
Al fin llega un estilo
musical abierto, simpático, inclusivo, bailable y, ante todo, primo hermano del
rock and roll. Todo en uno. Un combo feliz, como bien nos merecemos, alejado de
esos obscenos movimientos pélvicos que nos obligaron a apagar la televisión
para proteger la mente de nuestros niños. Lástima que su momento fue breve, pero…
¿quién nos quita lo bailado?
PD: ¿Quién te conoce,
Elvis? Aguante Chubby Checker.