La música
electrónica consistía en emitir ondas.
Haber sabido que todo era
tan fácil… sólo había que mover un poco las cosas.
A propósito, todavía no
entiendo por qué mi moderno horno de microondas no entra en la categoría de instrumento musical. Y mi radio. Y mi
celular. Y conste que yo sólo quería ser considerado como un virtuoso
multi-instrumentista moderno, de esos que pueden mandar mensajes por WhatsApp
mientras recalientan una milanesa y tararean el último éxito del Top 40, todo a
la vez. Como
cualquier millenial de esos que uno encuentra a la vuelta de cada
esquina.