Con el CD
se podían cortar trozos musicales, (…) y se podía rallar.
¿Quién no usó, alguna
vez, un cuchillo para reemplazar a un destornillador extraviado? ¿Quién de
nosotros no utilizó la tarjeta SUBE como una improvisada regla, o niveló una
mesa descarriada con un papel plegado múltiples veces? Bien, aquí tenemos
nuevos usos para los ya-no-tan-vigentes compact
discs. No digan que no es una buena idea.