Los hippies
fueron parte del movimiento de contractura.
Irónicamente, es probable
que todo se deba a un mal movimiento, o a una corriente de aire. Me quedo con
la primera opción.
Tal vez luego quisieron
iniciar un tratamiento con azufre y terminaron en el ácido sulfúrico (*), lo
cual -para todos los legos como nosotros- no es otra cosa que un error
excusable y hasta permitido. ¿Acaso no son parecidos? (**)
En fin, quizás todos los
problemas del mundo se reducen a no leer el prospecto antes de comenzar el
tratamiento. Pobres hippies, ni una les salía bien.
(*) Ver nota “Ácido”.
(**) “Parecido no es lo
mismo, caballero” le respondía un ofendido Marcos Mundstock a Ernesto Acher en La Cantata de Don Rodrigo… de Les
Luthiers.