Las músicas
africanas tienen un ritmo y una danza especial propias de sus lugares de
origen.
Por ejemplo, nuestro folklore tiene una danza especial.
La simplificación extrema
es, junto con las redundancias y las tautologías analizadas anteriormente, quizás
uno de los recursos más utilizados al momento de tener explicar algo. Lo que la
letra grande del contrato no dice es que, lamentablemente, dicha simplificación
pone en negro sobre blanco una carga de ignorancia que pronto se hace demasiado
evidente como para pasar desapercibida. En este caso en particular, vemos que las
músicas del continente africano tienen algo propio que los demás no poseen, lo
cual tal vez nos permita suponer que, en otros lugares del planeta, serán otros
los que alardearán sobre aquellas propias virtudes que, evidentemente, los “de
afuera” no compartirán. El tema en cuestión -de qué cosas estamos realmente hablando,
para simplificar- no ha sido expuesto en el texto que aquí nos reúne. Otra vez
será.