Entre otraz ventajas, los cantos de trabajo logran evitar el
canzamiento (*), así como también
permiten reducir el estrez. Todo esto
fue claramente aprovechado por los esclavos negros que, en las plantaciones del
sur de los Estados Unidos, pasaban la mayor parte de su tiempo trabajando bajo
el sol.
Luego de la abolición de
la esclavitud, ellos sufrieron un cambio
muy bruzco en sus vidas: pudieron ir a la ciudad junto con sus blues
-derivación de aquellos cantos- y sus spirituals. A pesar de tan buenas
noticias, el razismo en la sociedad
seguía siendo algo escandalozo, por
lo que, para ellos, eso de la democrazia
seguía siendo más un concepto abstracto que una realidad palpable. Tiempo
después, los distintos avanzes
tecnológcos les permitieron registrar sus propias creaciones -primero en
discos, en donde una púa dejaba zurcos,
y más tarde en un moderno compact disc, grabado mediante un rayo lazer-, por lo que sus obras pudieron
llegar a un público más numeroso. Así, fuimos muchos más -recordemos que el
aumento de la taza de natalidad
permitió un aumento del público blanco- quienes pudimos desarrollar nuestro goze estético frente a tan hermosas
creaciones.
(*) Canzarse mucho es algo lógico en trabajos tan tediozos y repetitivos como los rurales.
PD: Las cursivas son
reales, no me culpen.